MUJER INDÍGENA EN LA HISTORIA
ECUATORIANA
La tentación de contar historias desde una perspectiva idílica se rompe
cuando las realidades son en esencia eso, realidades que están sujetas a
pruebas que en el camino de la investigación voy encontrando, como si de un río
de ideas se tratase simplemente fluyen… quisiera idealizarlas, quisiera
soñarlas como cuando veo una película pero debo mirarlas como lo que son
mujeres valientes mujeres que se guían como todas por su inteligencia y su
fuerte apego a la verdad y la justicia.
En más de una ocasión hemos escuchado nombres como: Manuela Sáenz, Manuela
de Santa Cruz y Espejo, Marieta de Veintimilla, Mariana de Jesús, Matilde
Hidalgo de Prócel mujeres que entran en los libros de historia gracias a sus
luchas por las que la mujer ecuatoriana ha alcanzado a trascender. Sin embargo hoy
quiero hablarles de quienes no se habla, quiero impregnar en sus pensamientos
los nombres de algunas líderes indígenas del Ecuador, heroínas como muchas
otras estoy segura… los procesos de aculturación, opresión y explotación han
obligado a desconocer e invisibilizar el rol de la mujer indígena en los
eventos socio políticos.
Empezaré mi exposición en la época de la conquista, una época en la que
además de expropiarles de sus territorios a los pueblos indígenas, se
establecieron métodos de explotación como: el obraje, la encomienda, la mita,
el concertaje, a través de los cuales se abusaba y explotaba la fuerza laboral
de las y los indígenas. Fueron tiempos difíciles para los pueblos originarios,
pero en el caso de las mujeres indígenas, los abusos eran aún peores…
condenadas a sufrir todos tipo de atropellos fueron víctimas de violación y
rapto, robar a un indígena eran casi tan “frecuentes” como el robo de
alimentos, joyas y otros bienes.
Para la época de la República los mecanismos de explotación se
mantuvieron de diversas formas como el Huasipungo que se convirtió en una nueva
forma de explotación a los pueblos indígenas.
Debido a estos procesos de opresión, diversas luchas se produjeron
alrededor del territorio ecuatoriano en búsqueda de la libertad, el respeto a
la diversidad, la equidad y la igualdad. Así por ejemplo se registran
levantamientos que no son otra cosa que medios a través de los cuales se
reactivó la memoria, y que permitieron reafirmar el espíritu de pertenencia a
un pueblo, desafiando a la estructura dominante. De cada uno de estos eventos
las mujeres formaron parte activa y fundamental. Es ahora el momento de retomar
la historia y recordar el rol importante que las mujeres han tenido a través de
la historia, de tal forma que podamos re insertarlas en la memoria colectiva no
solo de nuestros pueblos sino dentro de la memoria colectiva en general, de
esta forma lograríamos un cambio en la mirada tradicional tendiente a
invisibilizar las luchas de las mujeres indígenas.
A continuación, se mencionan algunas de las mujeres líderes que con su
fuerza, liderazgo y sabiduría han guiado a nuestros pueblos en importantes
momentos históricos sin olvidar a otras mujeres indígenas a nivel
latinoamericano: del Perú (Micaela Bastidas, Tomasa Titu Condemayta, Cecilia
Tupac Amaru) Bolivia (Bartolina Sisa), todas ellas condenadas a morir por haber
luchado por sus ideales, condenadas a morir, pero no condenadas al olvido.
En Ecuador:
Baltazara Chuiza quien en
1778 lideró un levantamiento en Guano, junto a
otras mujeres Tisutunta Llamota, María Caiche, María Magdalena Pudi y Juana
Guare fueron condenadas a muerte.
Lorenza Asitimbay junto con Jacinta Juarez y Lorenza Peña, quienes al grito de
“recuperemos nuestra tierra y nuestra dignidad” encabezaron una rebelión en
contra de la tributación, son aún un referente de lucha social, fueron al igual
que las otras condenadas a muerte.
Ya en la época republicana se puede hablar de otra mujeres valiosas
como:
Manuela León quien fue una de las más importantes líderes en la Rebelión de Fernando
Daquilema, cuya lucha era para oponerse a los diezmos, Ileana Almeida dice
“protagonista de primer orden en el alzamiento de Punín fue la mujer
kechua Manuela León quien comandó un
numeroso batallón”.
Dolores Cacuango: conocida como Mama Dulu, su espíritu de lucha y resistencia fueron su
guía para terminar con los abusos e injusticias hacia los indígenas, fue nombrada
presidenta de la FEI, caminó 85 veces a “pie llucho” a Kitu, reclamando que se
devuelvan las tierras arrebatadas a sus pueblos, junto a ella Mercedes
Cachipuendo, Angelita Andrango, Dolores Quilo.
Mercedes Alba, madre de Tránsito Amaguaña ella fue una de las primera cabecillas en
Cayambe, según su hija decía “mi mamita era jodida, brava para pelear con los
patrones. Por eso era cabecilla mi mamás, ella fue quien comenzó al lucha”.
Tránsito Amaguaña nacida en Pesillo en los páramos del volcán Cayambe, de origen Cayambi,
vivió una de las épocas más vergonzosas de la historia, cuando los indígenas
eran propiedad del hacendado y valían menos que un animal. Quizá una de las
cosas que más impactaron e impulsaron su lucha es el asesinato su tía en manos
del hacendado, ella vió a muchos familiares, amigos morir por los abusos de los
patronos, lo que le la impulsó a luchar por un cambio. Exigiendo sus derechos y
sus tierras caminó más de 25 veces a Quito en una trauectoria que duraba dos
días. Ella luchó junto con Dolores Cacuango, Nela Martínez por los derechos de
los pueblos y nacionalidades, siempre buscando justicia, decidieron junto con
Dolores formar una de las primeras escuelas bilingües, una de sus frases más
recordadas es “Somos como la mazorca, si se va el grano se va la fila, si se va
la fila se acaba la mazorca” ella mantenía vivo ese espíritu colectivo.
Ya para la década de los noventas, las mujeres indígenas tuvieron una
importante participación por ejemplo en el Levantamiento de Junio de 1990, las
mujeres indígenas partieron desde la Comunidad de Gatazo hasta Riobamba intimidando
a los militares, no existió ningún espacio en donde las mujeres no estén
presentes, su capacidad de cautivar y brindar fuerza espiritual a través de las
palabras “ñucanchik animowan kanchik, shinallatak Ñukanchik mana kaypi sololla
kanchik nachu wakinpika pensarinchik que sololla llakilla kanchik pero shinpash
kanlla ladukunata golpe del pueblo katarishka”
- “Nosotros debemos mantener la
fuerza, antes pensábamos que estábamos solos y solas sin embargo el pueblo se
alzó por todos lados”
A través de todos los tiempos la participación de la mujer indígena
rompía con todos los esquemas implantados durante la colonia y la república en
donde lo indígena era menospreciado, puesto que las mujeres a través de sus
acciones demostraban la importancia de valorar, respetar y mantener nuestra
identidad.
Hoy algunos retos de reivindicación de género femenino aún siguen
latentes, sin embargo, hay que reconocer que en los últimos años la
participación de la mujer en decisiones trascendentales para el Ecuador ha
incrementado. Tuvimos una Ministra de Defensa, Una Presidenta, vicepresidenta
de la Asamblea Nacional, uno de los movimientos políticos con más fuerza tuvo
como presidente a una mujer, además se ascendieron al grado de generales a
varias mujeres de la entidad policial. En materia de equidad social, el
gobierno de la Revolución Ciudadana impulsó la ley de reconocimiento a las amas
de casa, un trabajo invisibilizado por décadas, ahora las madres que cuidan de
sus familias tienen el derecho de afiliarse al seguro social y recibir una
pensión al igual que todos los trabajadores públicos o privados, además otro
avance es que las mujeres que laboran como empleadas del servicio doméstico
formen parte de la escala salarial recibiendo un pago justo por sus labores
eliminando de esta forma la desigualdad a la que por mucho tiempo estuvieron
sometidas. En cuanto a la familia, las futuras madres tienen derecho a atención
gratuita durante el embarazo.
¿Por qué muchas mujeres indígenas han permanecido en el anonimato? ¿Por
ser indígena? ¿Por ser pobre? ¿Por ser
mujer? Debemos devolver nuestra mirada y reinventarnos en ellas, en su fuerza,
en su lucha por la libertad, la igualdad y la equidad. ¡Hasta la victoria
siempre!
Autor: Verónica Paredes
Autor: Verónica Paredes
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